7 de diciembre de 2014

Red V.S. Blue - Serie - "The worst team ever. Of all time"

Reseña por L.A.


Venga, esta vez, vamos con algo un poco diferente de lo que habituamos a ver en este blog. ¿Qué ocurre? No nos alarmemos, gente, tranquilidad. Al contrario de lo que pueda sugerir el título, Red Vs Blue no es algo malo. Al contrario, es una joya, una maravilla que bastantes tienden a perderse por no darle importancia y a considerarla simplemente el fruto de cuatro amigos haciendo el chorra. Cosa que por cierto, hasta cierto punto, es.

Red Vs Blue es el primer producto del grupo conocido como Rooster Teeth, responsable de, además, la serie de animación RWBY, que ahora está tan en alza últimamente. Como habéis visto por la imagen principal, está relacionado con el universo de Halo, siendo originalmente un grupo de amigos haciendo historias estúpidas mientras disfrutaban una partida multijugador. La cosa evolucionó hasta un producto de animación propia con la colaboración de la propia Microsoft, con un gran fandom y numerosos beneficios e inversiones que convirtieron a dicho grupo de amigos en una empresa dedicada a las series web de animación. Una historia propia y profunda, con gran cantidad de acción, emoción y cliffhangers, sin alejarse de su principal propósito de hacer reír a la gente con su humor idiota… Y todo en episodios de 5-10 minutos.

Entonces, el título, ¿a cuento de qué viene? Pues simplemente, de los protagonistas. La historia inicial trata acerca de dos equipos, uno rojo y otro azul, en un barranco alejado de la mano de Dios, cuyo propósito es tan sencillo como vencer al equipo rival para hacerse con dicho territorio. Cabe decir que dichos equipos se componen de lo peor del ejército, por supuesto, y que nadie los toma en serio: básicamente, ambos bandos los largaron allí para tenerlos entretenidos sin que molesten a nadie. ¿O quizás no? Conforme avanza la historia, absolutamente todo se tuerce, se complica, se explica. Cada chorrada, cada acción, cada surrealismo antes visto se revela como parte de una intrincada y alucinante historia, protagonizada por un grupo de idiotas que, en el fondo, siguen siendo soldados peleando por lo que creen correcto.


Tenemos inicialmente a seis protagonistas, que en los próximos episodios se convierten en ocho, incluyendo varios recurrentes que cobrarán su importancia conforme avance la serie. Se nota muchísimo la evolución exagerada de los personajes durante The Bloodgulch Chronicles (que abarca las cinco primeras temporadas), donde en los primeros capítulos parecían gente normal y hacia la mitad de la serie ya habían sido marcados profundamente por sus estereotipos. Cosa que, generalmente horrible para casi cualquier obra narrativa, en este caso no hace sino mejorarla (y más considerando la naturaleza humorística de la serie). Destacaré, para evitar spoilers, a los miembros de cada equipo únicamente.

El equipo rojo se compone de Sarge (cuyo nombre verdadero jamás se ha revelado), mayor rango de todo el barranco, un militar curtido con un profudo odio hacia los azules (y Griff) y supuesto as de la mecánica; Simmons, el lameculos de Sarge, un tipo inteligente que se ve amargado e incomprendido en un mar de idiotas; Griff, el vago, sarcástico, vicioso e inútil del equipo, enrolado en el ejército por algún tipo de error; y Donut, un sospechosamente afeminado individuo que, cosa curiosa, es el más talentoso de todos. Elementos generales que rodean al equipo suelen ser un robot siempre programado erróneamente para hablar un chapucero español llamado López, y un vehículo armado todo terreno conocido en la franquicia como Warthog… Cuya emisora de radio sólo emite canciones de mariachis.
Por su parte, el equipo azul está liderado por Church, un sarcástico e impaciente personaje que se convierte pronto en el eje principal de absolutamente toda la historia de la saga; Tucker, el ligón salido y uno de los pocos soldados medianamente talentosos del cañón abandonado; Caboose, cuyo papel se resume como el tonto’l culo; y finalmente Tex, una mercenaria contratada y la más poderosa soldado jamás vista. Y ex-novia de Church. Generalmente, el equipo azul es el que se ve metido en embolados más a menudo, teniendo siempre entre manos artefactos peligrosos como robots armados, IAs vengativas, bombas parlantes, tanques celosos, o el inútil de Doc.
 
No puedo decir mucho más que no haya dicho ya. La serie inicialmente se centraba en chistes sobre el juego de Halo, principalmente bugs o características conocidas de éste, y aunque sigue manteniendo su humor, éstos ya poco tienen que ver con el juego. Rooster Teeth ha creado un universo propio, paralelo a lo que acontece en la saga de Halo, con una historia profunda y épica que puede disfrutar cualquiera (yo lo hice, y no tengo ni idea de Halo), y de la que apenas puedo decir nada si quiero evitar spoilers. Los chistes están presentes en cada esquina y abarcan un gran abanico de opciones, desde visuales hasta juegos de palabras, originando chascarrillos y frases que quedan grabadas para siempre. Desde la canción del Warthog hasta el “Tucker did it”, pasando por todas las situaciones sexualmente malinterpretables de Donut acompañadas del “Bow Chicka Bow Bow” de Tucker o los accidentes provocados por Caboose. 
 
Para terminar, os diré que existen actualmente 11 temporadas, más spin-offs, sketches promocionales y vídeos extras de temática varia, como disfrutar de una sesión de cine o planes contra los zombies. Como ningún episodio dura más de 15 minutos (si mal no recuerdo), no se hace pesado, es más, te terminas tragando unos cuantos en maratón de tener la oportunidad. Es tal la adicción que es la única serie que veo que nos reúne a unas cuantas personas en casa para verla cuando tenemos una buena cantidad de episodios nuevos. Aún sigue en emisión, y no parece que termine pronto, así que tendremos Red Vs Blue para rato. Tanto para aquellos que consideren mi criterio como aceptable, como para los que no, recomiendo echarle un vistazo y, si es posible, dejarse absorber por esta maravilla de serie. Vamos, que la veáis. YA.


No hay comentarios:

Publicar un comentario